En la tarde de ayer, la Universidad Autónoma Latinoamericana, por medio de su Facultad de Derecho, entregó la Distinción "Maestro de Maestros" al Doctor Guillermo Duque Ruiz, un docente que dejó huella en la Universidad.

Las siguientes son las palabras que el REctor de la Universidad, Doctor Rodrigo Flórez Ruiz, pronunció en la tarde de ayer para rendir un reconocimiento al "Maestro de Maestros".

DOCTOR GUILLERMO DUQUE RUIZ, maestro de maestros.
DOCTOR JAIRO URIBE ARANGO, Rector Honorario de Unaula.
DOCTOR FERNANDO SALAZAR MEJIA, Decano de la Facultad de Derecho de Unaula.

Las instituciones tienen momentos que hacen diferencia con el tiempo, porque mientras este dura aquellos son explosiones y condensaciones. Los momentos en las instituciones, como también en la vida de las personas, son únicos y expresan en síntesis, lo que el afecto, la vida, la lucha y el esfuerzo han labrado en el tiempo.

Este evento que celebramos aquí y ahora es un momento, disociado del tiempo, aunque haga parte del mismo, porque nos marca indeleblemente, visiblemente, irrefragablemente.
Este reconocimiento como maestro de maestros, al Doctor Guillermo Duque Ruiz, es precisamente síntesis de memoria, de vida, de cercanía, de abrazo entre el afecto y la ciencia del derecho.

La identidad del maestro Guillermo Duque Ruiz con lo que constituye la esencia de la Universidad Autónoma Latinoamericana deviene de un ejercicio lúcido de su docencia, y de una quehacer por fuera del aula que le ha permitido decir siempre esta es “mi universidad”.

Precisamente, en un momento como este, hay que constatar lo que ha sido el tiempo donde Guillermo Duque Ruiz ha comulgado con sus discentes en el altar de las disciplinas jurídicas. El abogado, el juez, el magistrado, el escritor, el docente reciben hoy testimonio público de ese ejercicio impoluto que ha engrandecido a Nuestra Universidad, que ha contribuido a hacerla visible en el concierto nacional y que perpetúan el referente de nuestra institución como templo donde se genera conocimiento para bien de la Patria y de todos sus asociados.

En instantes como estos, las palabras deben ser tan precisas que permitan ante todo que hable el corazón. Dr. Guillermo gracias por haber permitido que su Universidad le dijese en público lo que siempre ha querido decirle: Usted es un maestro de maestros. Nuestro agradecimiento irrevocable y nuestro orgullo imperecedero por tenerlo hoy y siempre como nuestro profesor emérito, como paradigma de formación. Y cuando digo hoy y siempre es porque su catedra lo está esperando. Con Usted, la Universidad siempre ha tenido, tiene y tendrá luz en la poterna y guardián en la heredad. Gracias.